Residencia por Inversión «Golden Visa»
¿Qué es la Golden Visa?
Es la vía migratoria que permite a un extranjero y sus familiares optar por la Residencia Legal en España mediante la compra de bienes inmuebles, residenciales o comerciales, que sumen un valor igual o superior a los 500.000 euros.
¿Cuáles son los pasos para optar por la Golden Visa?
El primer paso es determinar si la residencia a través de una inversión inmobiliaria es la vía migratoria más adecuada para emigrar a España. Por lo tanto, es importante analizar los los objetivos a corto y largo plazo del inversor y su grupo familiar.
1. Adquisición de Bienes Inmuebles
Una vez que se ha concluido que es la vía legal idónea para optar por la Residencia Legal en España, el próximo paso es la adquisición de los bienes inmuebles en cualquier parte del territorio español.
2. Proceso Consular o Solicitud de Residencia en España
Después de realizada la Inversión Inmobiliaria, el trámite de residencia puede iniciarse ante el consulado español en el país de origen del inversor o directamente en España.
La Golden Visa se puede solicitar mientras el inversor se encuentra legalmente en el territorio español. En este caso, no sería necesario realizar ningún trámite ante el consulado español en el extranjero.
Por ley, el plazo para resolver la solicitud de autorización de Residencia por Inversión en España es de 20 días hábiles.
3. Solicitud de la Tarjeta de Residencia
Una vez aprobada la solicitud de autorización de residencia, se procederá a gestionar la Tarjeta de Identidad del Extranjero (TIE) ante la comisaría correspondiente. La primera TIE es otorgada por un período inicial de 3 años.
Beneficios de la Golden Visa:
Las principales razones por las cuales nuestros clientes han optado por esta vía migratoria son:
El inversionista y sus familiares no están obligados a vivir en España para mantener y renovar la residencia. Actualmente, es la vía migratoria más utilizada por nuestros clientes que desean asegurar un “Plan B” a futuro.
No hay terceras personas, ni empresas de por medio. El inversionista es el propietario del inmueble y mantiene el control total de la inversión.
Los hijos mayores de 18 años pueden ser incluidos en el proceso de residencia, siempre y cuando sean económicamente dependientes del inversionista principal y no hayan formado su propio núcleo familiar.
El inversionista y su cónyuge podrán vivir y trabajar sin restricción en cualquier parte del territorio español. A pesar de que los hijos podrán igualmente trabajar, se debe tener en cuenta que pueden poner en riesgo la dependencia económica que dio origen al beneficio de la residencia.