España, el ‘plan b’ para muchos venezolanos

Más allá del idioma que facilita su llegada, eligen a España porque ofrece posibilidades más rápidas que otros países para obtener la residencia e incluso la ciudadanía española. El país ha puesto en marcha en 2013 “visas doradas”. Significa que a través de una inversión es posible obtener la ciudadanía española y gozar de todos los beneficios de ser ciudadano de un país de la Comunidad Europea.

La idea del Gobierno español era atraer inversores después de la crisis para dar un nuevo impulso a la economía española. De hecho, la residencia por inversión implica la compra de uno o varios bienes inmuebles en España por un mínimo de 500.000 euros.

Pero España puso también en marcha otra vía migratoria mucho más accesible para los latinoamericanos con recursos: la residencia por demostración de fondos.

El único requisito es tener más de 30.000 euros en su cuenta bancaria y pagar un seguro médico con el fin de demostrar que es solvente sin necesidad de un empleo. Sin tener un familiar de ascendencia española ni tampoco invertir, a los dos años se puede solicitar la nacionalidad.

Estas vías migratorias más rápidas que en otros países, como Estados Unidos por ejemplo, alimentan la llegada de los venezolanos en España. El país cuenta con una subida del 44% de residentes Venezolanos entre el año 2016 y el año anterior. Lo que hace que hoy en día, España es el tercer país del mundo con más residentes venezolanos, después de Colombia y Estados Unidos.